Intactos

La absurda y pesada realidad del dinero, de la falta , de la escasés. Bill Connors con Pat Metheny, un buen jarro de vino con fruta y ya está, podemos justificar esta espera, este aparente retroceso evolutivo si honestamnete asumimos que ya no damos más, que simplemente, denuevo hoy, estamos cansados, aburridos, hastiados de lo mismo y sin darnos cuenta ni cómo ni porqué, nos damos la licencia de llorar, de soltar todo: qué corten el gas!, qué se acabe la plata, que falten las cosas y que dejemos de comer una vez más!, que se caiga la casa, el sueño, el hogar, que se destruya todo y bien!, qué más vamos a hacer?!... seguiremos seguramente aqui, derrumbados, pero intactos, todavía los mismos como siempre, intentando de alguna manera dilucidar, desenmascarar, desenmarañar aquella trampa que nos impide ser felices, aquel incesante volver sobre lo mismo como si amáramos la estupidez, la incoherencia o el sufrimiento...
De pronto aparece una ventana abierta, una ventana y una puerta y no somos capaces de movernos, no somos capaces de salir, seguimos inmóviles, esperando ser aplastados por el desgano y la desilución, como si creyéramos que después de esa muerte acabará todo...

Expresar todo el amor que uno tiene para dar quizás sea como vaciarse, aunque uno crea en la eternidad del amor. Ahora me pregunto qué pretendías. Qué fue cierto y qué no. Buceo en mi interior y en mi mente inyentando encontrar la manera, el modo en que todo esto calce sin que duela, que acepte sin imaginar, que vea la verdad sin suponer. Fui lo peor posible porque presentía tal vez tu manera de alejarte o tal vez, también yo intentaba alejarte. Si se callaran algunas voces podría acertar mejor a escuchar a mi intuición.

La presencia existe en la medida en que me reúno. Voy hacia el camino que siempre temí y que sin embargo por siglos quizá he buscado. Vy a olvidar quién soy para rcordarme, a perderlo todo para empezar de nuevo.