Comencé a llorar y entonces me di cuenta de qué era yo. Junto con las lágrimas cayeron derretidos los miedos sin ningún brazo útil con qué sujetarse. Supe que nunca más vendrías a atraparme porque la piedra no es mi herencia y si lo fuera, podría desistir de ella....Por fin me he suavizado y es también a costa de ti, de todas las amarras que me pusiste, de todo el entablillado armazón con que me rodeaste.... |
miércoles, septiembre 27, 2006
Yo...
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